Os presento mi refugio de montaña, un lugar donde no existe la tecnología, donde reina la tranquilidad y las únicas preocupaciones son caminar, disfrutar de la naturaleza , observar los animales de los alrededores, coger setas o frutos silvestres, pescar, leer o contemplar el cielo. Aquí no existen las prisas.
..........................................................
He partido de una casa comercial que aparece de ésta manera en la foto del embalaje, no viene con estos acabados aunque si que está muy bien terminada. Las paredes están lisas lo que nos permite utilizar nuestra imaginación para el acabado.
El suelo lo he realizado con pasta de secado al aire, marcas la cuadrícula y la pegas en la madera con cola blanca antes de que se seque , así no se deforma.
Con pintura acrílica vas dando los tonos de más claros a más oscuros.
Cuando esté seca la pintura, se aplica en las yagas una pasta que contraste, yo utilizo relleno de juntas, se extiende con una espátula, yo utilizo tarjetas de plástico viejas, y a continuación con una balleta húmeda retiro el exceso de pasta.
Para realizar la textura de las piedras de la fachada y el interior de la planta de abajo, he utilizado la técnica de las cajas de huevos, es muy sencilla y da excelentes resultados.
Aplicamos la pintura, también acrílica y como antes damos el color de más claro a más oscuro.
El suelo del piso de arriba, lo he forrado con un calendario chino de papel y lo he pintado con un tinte de madera.
La pared la he cubierto con Aguaplast y mientras está húmedo lo he rallado, y luego lo he pintado de blanco. He colocado unas vigas en el techo del piso inferior donde he colocado la luz y he pintado los techos.
Así ha quedado el exterior.
Y ahora el interior.
En el piso superior un lugar para el descanso, una cama con una buena manta y unos almohadones para recostarse.
Un mueble sencillo para guardar la ropa.
Los calcetines en una cesta y unos jerseys para combatir el frío.
Unos esquies con sus bastones, una mochila y un saco de dormir.
Unos mapas de la zona.
En el piso principal un perchero para dejar el abrigo y algunos aperos de pesca, que no falten las botas de agua.
Debajo de la escalera un buen lugar para guardar unas botellas de vino.
Leña para encender el fuego.
Una buena cocina de leña, mucho más efectiva que una chimenea, aunque menos romántica, a demás de hacerse la comida lentamente, proporciona calor para calentar todo el refugio.
Sufrió una ligera transformación.
¡Como huelen esas judías estofadas a fuego lento!
Gracias a un arroyo que pasa por detrás del edificio, se ha podido canalizar el agua hasta la cocina.
Una buena despensa, indispensable para permanecer varios días en el lugar.
Como los guisos salen muy calientes, un buen salvamantel para que no se nos queme el mantel.
Solo los muebles necesarios, así la vida es más sencilla.
Tras aquella puerta un pequeño "excusado", que cuando hiela, hay que tener muchas ganas para salir al campo.
Y un buen y viejo sillón, para leer cerca del "hogar", solo con girarlo puedes ver el paisaje desde el calor del refugio.
Qué abrigadita voy.
Tan solo queda hacer un entorno adecuado, pero eso lo haré más adelante.
Muchas gracias por muchos de los detalles que a través de intercambios y regalos tengo de vosotras y que como veis he incorporado, no os nombro a todas porque seguro que me olvidaría algún nombre, pero como podéis apreciar los valoro mucho.
Espero que os guste el resultado.